No hace falta citar referencias como la de Constanza Mekis, que en las Jornadas de Bibliotecas de Andalucía recordó cómo se evidenciaba un comienzo de afición a los libros después de que el niño leyera tres o más libros de imágenes. Los álbumes son muy comunes en la infancia, frecuentes en las bibliotecas y normalmente muy queridos por los usuarios. No se ha de creer que con la edad desaparece totalmente este gusto. Nosotros dedicamos al menos dos de nuestros expositores a libros de este tipo y sobre todo el alumnado de primer ciclo (12 ó 13 años) los hojea continuamente.
En algunos casos, estos libros de imágenes constituyen el libro objeto al que se toma un cariño especial -yo recuerdo uno de coches de mi padre que leí y releí, miré y remiré miles de veces-. Los niños además son muy propensos a deleitarse con la repetición de aquello que les proporciona un especial e intenso placer: montarse cinco veces seguidas en la misma atracción, escuchar varias noches el mismo cuento o leer y mirar cientos de veces el mismo libro.
Y todo esto y más es lo que nos presentan Lola y Charlie en este capítulo de la serie, que descubro gracias a Diana. Vedlo. Sencillamente encantador.
Primera parte
Segunda parte
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1 comentario:
Tienes razón, sencillamente encantador.
Aprovecharé para presentar, un día de estos, un libro sobre insectos que hace poco compré para la biblioteca, junto con el enlace a este episodio y a la web de Charlie and Lola.
Muchas gracias.
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