El ejemplo que he elegido ha sido textorizar la imagen del autor, Bécquer, con texto de sus propias rimas.

El programa es muy sencillo de usar y permite cambiar una serie de parámetros como fuente, tamaño de fuente, líneas, color, saturación de la imagen, etc.

Lo primero naturalmente es elegir la imagen que vamos a usar y el texto. Yo he copiado y pegado el texto creando un archivo ex profeso con extensión .txt.
El programa despliega un panel restangular vertical arriba del cual se pica para elegir la imagen que se va a transformar. Permite asimismo, regular la opacidad de la imagen respecto al texto y la fuente que se va a usar.
Más abajo se sitúan el textorizador que en realidad son 2 diferentes que nos ofrecerán resultados completamente distintos (textorizer 1 y textorizer 2). En cada uno se inserta primero el texto o palabras que se hayan escogido y luego se cambian los parámetros. Existe la posibilidad de observar el resultado pulsando en "textorize" 1 o 2, ya que aparece en una pantalla anexa el resultado en cada caso. Las imágenes anteriores están realizadas con textorize 2 y la siguiente con textorize 1.

Así que más que explicaciones, lo suyo es probar hasta que salga algo de nuestro gusto.
Como podéis ver por los ejemplos, las fuentes no aceptan ñ ni tildes y las sustituyen, lo que puede desgraciar el resultado, pero qué se le va a hacer.
Una herramienta para ilustraciones con muchas posibilidades por su relación con la poesía visual, los caligramas, el diseño y el arte. Pocas limitaciones tenemos naturalmente, porque igual que he escogido retratos podría haber insertado paisajes de Toledo en las églogas de Garcilaso o cualquier texto en un tifón por aquello de las palabras que se lleva el viento.
Eso, que lo mejor es que desata la imaginación para relacionar texto e imagen y permitiría por ello realizar un curioso ejercicio de creatividad de sus lecturas a nuestros jóvenes lectores.
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1 comentario:
Nous vous remercions de intiresnuyu iformatsiyu
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