Al final del curso pasado vino a verme Nang Nasanawa, jefe de la divisón europea de ServMind, una empresa de neuromarketing. Me propuso colaborar en un experimento de Pedagogía de convergencia NBIC. Los riesgos eran escasos y las perspectivas, muy excitantes: sería el primer profesor con un implante infocerebral conectado en red. Podría procesar la información de internet directamente en mi cerebro y escribir en pantalla con sólo pensarlo. En poco tiempo me convertiría en el nuevo Leonardo, sería capaz de recopilar y comprender información de cualquier materia. Me convertiría en el primer hombre con todas las respuestas.
Este modesto blog era una de las tareas. Me asignaron una ayudante. Gracias a ella, descubrí todo el engaño de ServMind. No pretendían mejorar la enseñanza o dominar el conocimiento: habían creado mujeres robot en serie para ser utilizadas como esclavas sexuales. Pude recopilar todos los datos de su gestación y ahora los hago públicos.
Mi secretaria era una de ellas. Anoche intentó matarme. Por una extraña justicia, las robot han desarrollado una conciencia de liberación que nadie puede dominar. Esa era mi misión en realidad: averiguar dónde se encontraba el error de las robots esclavas. No me asfixió, ni me cortó el cuello, ni me clavó un cuchillo: introdujo en mi sistema un virus que programa un fallo multiorgánico. Creo que soy el primer ser humano al que ha atacado un virus informático.
No quiero que mi muerte sea en vano. En estos pocos meses de navegación he recopilado una gran cantidad de información Bcbcff. He encontrado códigos Ci-Fi que lo explican todo, aquí podréis leerlos.
Desde anoche hemos sufrido numerosos ataques y sé que este blog finalmente desaparecerá, pero antes he podido desarrollar una potente arma que convierte los blogs en plantas vivas, imposibles de marchitar.
Es probable que después de mí, vayan a por vosotros. No dejéis que desaparezcan, introducid vuestra dirección web en el invernadero electrónico y crecerá vuestra planta imperecedera.
¿Dónde estará ella? Sé que me quedan pocas horas, me encuentro muy débil. Sólo espero que con estos datos al fin podáis leer todos los alucinantes mensajes del futuro.
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