viernes, 28 de diciembre de 2007
Por fin llegó La Nabidad
Con la llegada de La Nabidad se completa un ciclo de publicaciones de la obra de Quevedo fundamentales en el ámbito de la crítica hispánica y en el que hemos tenido la suerte de participar. Después de las publicaciones paulatinas de sus obras completas que incluyen títulos anotados como La culta latiniparla, o Premáticas del desengaño, siguiendo las directrices del grupo de la Universidade de Santiago de Compostela dirigido por el profesor Rey Alvarez y bajo la autoridad del magnífico editor de su Poesía varia, James O. Crosby, por fin sale al mercado La Nabidad o el espíritu del nabo, obra quevediana poco conocida y publicada casi siempre como apostilla a Recetas para hacer Soledades en un día.
La obra, cuyos antecedentes se encuentran en el propio Quevedo que ya incluyó en La vida del Buscón llamado Don Pablos una batalla nabal, sigue la estela de este autor barroco tan orgulloso de mostrar su ingenio verbal y su sátira implacable.
Para entender el valor social de la temática de la obra, hay que conocer el contexto histórico del nabo en el siglo XVII. Básicamente, el nabo ocupa hasta el siglo XVIII el lugar en la escala sociogastronómica que daríamos hoy a la patata, que aparece masivamente en Europa en ese siglo procedente de América. Efectivamente, el nabo era una hortaliza muy frecuente en la dieta hispana y europea en general desde hacía milenios. Representaba el alimento natural elemental propio de las clases bajas y a él se atribuían -no sin razón- propiedades saludables -es un poderoso antioxidante-. En su época, pues, Quevedo elige como símbolo una humilde hortaliza cuyo espíritu alienta la Nabidad. Por otra parte, gran parte del terreno de su señorío en La Torre de Juan Abad, cercano a Villanueva de los Infantes, frecuentaba la siembra de nabo por lo que algunos historiadores han visto en La Nabidad un principio de métodos publicitarios que denotan la modernidad de Quevedo y su espíritu aventurero.
La obra será presentada este fin de semana en el marco del Foro Andalucía Barroca, cuyo programa completo incluye otras interesantes citas con este periodo histórico.
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4 comentarios:
Buenísimo. Como diría mi hijo: ¡Te lo has currao!. Una inocentada genial.
Paticojo y semituerto
dieron las seis, evidente.
Un gran amor de los míos
era ingenio,berdadero amor de ortografía...
Se me fue el alma llendo,
en un ser, en un día...
qué desastre pensar en la agonía.
Nada más lejos que la muerte
que la vida,
vestida una vez
de antigüo anelo...
¿Para qué seguir, Quebedo!
No inventas nabueno...
;)
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