Comparando las dos fotos vemos claramente que leer (izquierda) excita menos áreas cerebrales que surfear por la red (derecha). El artículo (vía: Neatorama) viene a cuento de la polémica que Is Google Making Us Stupid? (¿Google nos vuelve tontos?) de Carr ha creado sobre si internet afecta a nuestra mente, a nuestra forma de leer, disolviendo la lectura profunda.
El estudio que mencionamos hoy de Gary Small de UCLA no es que diga todo lo contrario: simplemente afirma demostrar que el uso de internet previene enfermedades mentales de la senilidad. Mientras que leer afecta a áreas más restringidas a la única tarea lingüística, internet consigue involucrar más áreas y funciones.
Debería aclararse que eso de que involucre a más o menos áreas no le da por sí más o menos importancia. Recuerdo ahora un estudio -no podría citar la fuente, lo siento- en que se demostraba que el área para comprender un mensaje en lengua materna era considerablemente menor que la necesaria para comprender otro en lengua extranjera. No demuestra esto que debamos dejar de hablar en lengua materna y usar la extranjera, sino que la lengua materna genéticamente necesita de menor espacio y tiene un mayor automatismo que la extranjera.
Volviendo al estudio de UCLA, me interesa destacar que eso se produce en personas de edad y sobre todo porque tienen que tomar decisiones. Dicho de otra manera: leer normalmente supone la recreación de un significado, mientras que surfear implica más acción simultánea puesto que el lector debe decidir sobre el valor de lo que está leyendo para escoger esa página o pasar a otra. O sea, no es más que comprobar que la lectura en internet es más interactiva que en los libros porque siempre implica rastreo.
Como ya dije en otra parte, la comparación de internet y los libros es una comparación inapropiada desde el principio, ya que la lectura en internet y su propia naturaleza se asemeja más a la lectura de prensa (revistas, diarios) que a la de libros. Lo que llamamos comúnmente libro está hecho para ser leído entero (se cumpla o no), mientras que otras formas textuales constituyen más bien entornos de lectura en los que el lector se mueve de antemano con la consciencia de que jamás leerá la totalidad, lo que implica una selección y por tanto, una ejercitación de las partes del cerebro que se ocupan de ello.
Ciertamente, internet popularizará formas de lectura aceleradas propias de nuestro tiempo (como en la televisión) dando lugar a una lectura zapping o lectura de zapeo, sin embargo, también aportará por eso mismo una cierta gimnasia mental de lectura comparativa. ¿Ganará la humanidad algo en este cambio? Pues lo mismo que en otros cambios tecnológicos como la aparición del coche o de la calculadora.
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1 comentario:
EXCELENTE , GRACIAS POR LA INFORMACION , ME SERVIRÁ PARA DEMOSTRAR QUE ESTAR BUSCANDO INFORMACION A DIARIO EN LA WEB TIENE SUS FRUTOS ^^ ¡¡¡
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