No era princesa, pero luchó por que su país no fuera el reino de la guerra
No era portada de las revistas del corazón, era periodista
No perteneció a una de las familias más ricas de la tierra, sino que escribió artículos muy temidos por los ricos.
No era famosa por la fama de su marido, sino que era conocida por la valentía de sus ataques a los poderosos
No deslumbraba con los diseños de sus vestidos, sino que vestía de forma práctica y sencilla
No estuvo en clínicas estéticas precupada por su belleza, sino en hospitales restableciéndose de un envenenamiento.
No se hacía tiernas fotos contra las minas antipersona, sino que escribió terribles gritos contra la tortura
No contó sus intimidades, desengaños y amantes, contó los terribles abusos de gobernantes y militares contra los derechos humanos
No murió por accidente, sino que la asesinaron.
Al mundo, a veces, le cuesta distinguir una gran mujer.
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