Hace un tiempo hablamos de la serie de televisión australiana que transcurre en una biblioteca, pero la verdad es que las bibliotecas han estado siempre presentes en el cine (en ocasiones, en películas adaptadas de libros), a pesar de que generalmente aparezcan como simple escenario.
En EW.com (gracias, Alessandro Martins) Joy Piedmont recoge en una galería fotográfica, 18 escenas con los libros de fondo, y a veces casi de protagonistas. Y vemos escenas muy conocidas, como la de Cazafantasmas; recientes, como la de Expiación; infantiles, como la de La Bella y la Bestia; cenitales, como las tomas de Todos los hombres del Presidente; y hasta musicales (por supuesto, aparece también una de Harry Potter). Pero de todas, tal vez, la que más recuerdo es la de El aceite de Lorenzo, no por la calidad de la película, sino por la realidad que refleja de unos padres devoradores de libros que buscaban en la biblioteca denodadamente una solución a la rara enfermedad de su hijo y de otros pertenecientes a la asociación. Recuerdo perfectamente esa sensación de dejarse los ojos en las páginas que transmite la cinta. Una película en la que efectivamente la biblioteca no es un simple fondo, sino una parte importante de la historia.
Y como joya impagable, dejamos aquí además una de las escenas del musical del 62, incluido en el reportaje, Vivir de ilusión, en el que María, la bibliotecaria, acaba bailando sobre las mesas de la biblioteca con todo el elenco: una graciosa situación que podéis encontrar a partir del minuto 4 después de los comienzos de una insoportable canción.
martes, 22 de abril de 2008
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