Ya sabéis qué hacer con esa enciclopedia anticuada que ahora nadie usa. Si la enciclopedia es la Espasa, lo mismo os da para piscina. Esperemos que no sea éste el futuro de todas las bibliotecas.
Aunque no esté de moda, podemos fumarnos un libro.
Yo siempre pensé que el papel de fumar era diferente, pero se ve que hoy se fuman hasta la Biblia en pasta. Para que luego digan que los libros no sirven para todo.
Sin embargo, esos cigarrillos son más bien falsos. Existen igualmente libros de pega, pero no como esos hieráticos y huecos que aparentan los lomos de ejemplares en las tiendas de muebles, sino unos con motor que podemos accionar a distancia para asustar a nuestros invitados: ¡libros poseidos!
1 comentario:
Si es por tonterías... os va a dar para muchas entradas!!! En Galicia pasan unas cuantas! Un saludo, amig@s
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