Amazon mancha el expediente de los ebooks

Amazon borró ayer libros de los Kindle de sus clientes provocando grandes críticas entre los lectores. Efectivamente, a las pocas horas, la noticia daba la vuelta a la blogosfera y aparecía en El blog de Enrique Dans, en Engadget en español y en el New York Times entre otros sitios.
Al parecer, al percatarse de que se habían agregado por error libros sobre los cuales no tenían derechos a la tienda de Kindle y que ya se habían producido ventas, no tuvieron mejor idea que entrar remotamente en los dispositivos de los clientes y borrar los libros, que curiosamente son 1984 y Rebelión en la granja. La indignación de los usuarios ha sido generalizada, incluso han empezado a aparecer testimonios de otras eliminaciones. Lo que más subleva es el hecho de pensar que Amazon tiene el control total sobre tu lector Kindle no sólo antes de venderte los libros, sino después y siempre.
Esta sensación de desvalimiento y sobre todo, esta sensación de pérdida de la libertad y la intimidad constituirá una mancha no ya sólo en Amazon y el Kindle, sino en todos los lectores electrónicos que serán vistos como dispositivos de control de la empresa y sobre todo, como dispositivos que merman derechos que el lector de libros en papel no puede perder.
Las ventas de lectores electrónicos continuarán subiendo en el futuro, pero no cabe duda de que este incidente afectará notablemente a su desarrollo a partir de ahora y obligará a las compañías a ofrecer garantías de privacidad y venta. Amazon acaba de manchar terriblemente el brillante expediente de los libros electrónicos y sudará para recuperar.

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